Versátil o camaleónica son adjetivos que le vienen como anillo al dedo a Aida Bossa, la talentosa actriz nacida en Cartagena y que sorprendió a gran parte del territorio nacional con su magistral interpretación de la cantante folclórica Emilia Herrera, más conocida en todo el territorio nacional como la Niña Emilia.

Bossa puede pasar de la comedia más popular (¿quién no recuerda su papel de la intensa Paty en El man es Germán?) a una profunda interpretación como la que hizo hace poco tiempo de la leyenda de la música  folclórica colombiana.

“Le pedí permiso a su alma para interpretarla”, declaró Bossa hace meses respecto al proyecto Déjala morir, que contó la vida y obra de la cantante de Mahates (Bolívar).

Egresada de la escuela actoral del Teatro Libre, Bossa  fue preparada por grandes maestros del teatro colombiano, como Ricardo Camacho, Germán Moure y José Domingo Garzón. Épocas en que llevó a las tablas al personaje la Pepona, de El retablo de la avaricia, la lujuria y la muerte, del escritor español Valle-Inclán, papel que le costó sudor y lágrimas y le hizo saber que había nacido para actuar.

No por capricho, una de sus lecturas de cabecera es: Trabajar con Grotowsky sobre las acciones físicas, de Thomas Richards, un fascinante testimonio de casi una década de trabajo de una de las figuras centrales del teatro del siglo XX.

“He amado cantar y bailar una cumbia, un porro, un bullerengue, fandango, tambora, chalupa y todo lo que suene a Caribe y a pueblo, por eso no me fue difícil interpretar a una leyenda del folclor como lo fue Emilia Herrera”, declaró la actriz.

Aida reconoce que este papel ha marcado su carrera y se lamenta de que no hubiese sido un proyecto de un aliento un poco más largo.

“Escuchando cantar a Emilia y viendo la magnífica entrevista que le hizo en vida Ernesto McCausland  fue que construí ese personaje”, señaló.

Esta pasión por la música le ha permitido a Bossa interpretar papeles como el de Noris, quien interpretaba a la hermana de Celia Cruz en la serie del mismo nombre. Allí la vimos entonar varios temas de antaño y apreciar el talento vocal de esta mujer. Y es que Bossa, antes de llegar a la capital del país a estudiar arte dramático, empezó a cantar en su colegio, donde formó un grupo de gaitas, en el que ella era la voz líder, tocaba las maracas y la tambora. Cabe anotar que  el padre de Aida es músico y formó parte de la legendaria  agrupación de la Niña Emilia.

“Uno de los recuerdos que más conservo de mi padre es una tambora que me regaló a mí y  a mi hermano  cuando teníamos alrededor de  diez años.  Tiempo  después me fui  a estudiar  a Bogotá, y  él me envió por correo  la tambora, y junto con ella venía una caja en la que me mandaba  queso de la finca, ciruelas, bollo de mazorca,  bollo de coco, corozo, mamones, berenjenas que no podían faltar.  Hoy en día que ya soy una  mujer adulta,  casada y que  tengo una hija, mi papá me sigue mandando la caja con todas estas cosas”, comenta, con gran nostalgia, Bossa.

Y es que la música no deja de ser una pasión. Para el proyecto Déjala morir, se grabó un promocional con seis canciones donde Aida recrea algunos de los clásicos temas de la Niña Emilia.

“Por fortuna los proyectos actorales donde he trabajado siempre la música ha estado presente, muchos de los personajes que he interpretado cantan y eso sigue manteniendo mi conexión con todo lo musical”, manifestó la actriz que empezó su formación actoral en la  Academia Charlot, donde estudió dos años, y de allí emigró a la Escuela de Formación de Actores del Teatro Libre de Bogotá; de donde se graduó después de cuatro años de intensos y rigurosos estudios que abarcaron gran parte de la historia del teatro universal.

“Para mí La escuela del Teatro Libre de Bogotá fue clave en mi preparación, es una escuela donde de día y de noche vives en función de formarte, hoy en día estamos llenos de academias de ‘actuación’ donde quieren ‘formar’ a los actores en tres meses o en tres semanas o a punta de talleres que apenas salen ya se les olvida como es que se debe respirar. Tuve maestros. Estos maestros viven en función del arte puro de la actuación y del teatro en sí, de lo que verdaderamente es el arte de actuar, que encierra muchas cosas. A ellos los llevo en mi corazón”, expresó.

En cuanto al proceso de preparación de sus personajes, Aida afirma que es diferente para cada actor. Conocer la línea dramática y la línea de acciones del personaje, para empezar la construcción, es clave para ella.

“Si es un personaje de una obra de teatro tienes más tiempo para la elaboración de ese personaje y en las primeras funciones aprietas y ajustas. En televisión es otra cosa ya que, lastimosamente, reina la inmediatez”, dice la artista.

A lo largo de su carrera, y a través de sus papeles, ya sea en televisión o teatro, Aida ha representado a diferentes mujeres con diversos sentires. Allí no es solo evidente su capacidad actoral sino su compromiso  de empoderamiento de la mujer en estos tiempos tan complejos. Reír y llorar con sus interpretaciones es algo que nunca tendremos como agradecerle a esta mujer que estará como invitada especial al XII Carnaval Internacional de las Artes, donde reflexionaremos junto a ella.

John Better